Hace pocas semanas, la ex presidenta Cristina
Fernández de Kirchner le reclamó a Luís Novaresio que la derecha tenga el valor
de definirse políticamente. Es decir, que se la banquen y digan lo que piensan.
Si les gusta el ajuste, que lo digan; si prefieren la precarización laboral,
que nos lo cuenten; si bancan la bandera de la represión, que levanten la mano.
Justamente lo que se vio hoy en España y Catalunya: por un lado la “hinchada”
del Real Madrid sacando banderas españolas cuando el equipo salió a la cancha;
por el otro Pep Guardiola, Gerard Piqué, Xavi, Puyol el mismísimo Barcelona FC
y miles de personas en la calle saliendo a decir sí a la República de Catalunya.
Todos bancando su posición.
Este domingo los catalanes fueron a las urnas para
decir si estaban o no a favor de la independencia. A pesar de que la justicia
española había dicho que el referéndum era ilegal, más de dos millones y medio
de personas se acercaron a los colegios para poner su voto. 2.262.424 personas
dijeron Sí. Más de 700.000 personas no pudieron hacerlo. Las fuerzas policiales
y la Guardia Civil española se encargaron de que no pudieran hacerlo. Cerraron
colegios, cortaron servicios de internet, retiraron urnas, reprimieron. Se
registraron 844 heridos. En este marco se enfrentaron Barcelona y Las Palmas.
“El club con el estadio vacío, es un una imagen para el mundo entero, donde el Barca reivindica la falta de libertad que hoy hemos sufrido.”
Desde la comisión directiva del Barcelona intentaron
suspender el partido. La Liga amenazó con dárselos por perdido y además
descontarles tres puntos. Entonces decidieron jugar a puertas cerradas. Algo
normal en estos pagos, raro de aquel lado del océano. Más que nada en un
partido del Barcelona. Imagínense las caras de los japoneses que fueron a ver a
Messi y se quedaron con la entrada en la mano y un pañuelo en la cara para
zafar de los gases. El club habló: no emitió un comunicado, salió su presidente
de frente a una cámara a decir: “El club con el estadio vacío, es un una imagen
para el mundo entero, donde el Barca reivindica la falta de libertad que hoy
hemos sufrido.”. Tomá pa vo’. Y por si fuera poco, salieron a hacer el
precalentamiento con una camiseta con la bandera catalana. Pero en el otro vestuario no se
quedaron atrás: la camiseta de Las Palmas tuvo una banderita española con
la fecha 1/10/2017. Acá hay que hacer una pequeña aclaración: el presidente del
club Las Palmas fue uno de los principales financiadores de la campaña de Rajoy
en 2011. Durante el partido hubo que bancarse a Quique Wolff diciendo que lo
más lógico, para no jugar a puertas cerradas, hubiera sido que el partido se
pasase al sábado. Desde Lastima a nadie, maestro queremos decirle que lo más
lógico es que la policía no reprima a la gente que va a votar. Pep está de acuerdo
con nosotros. Siempre fiel a su estilo literario mandó: “¿Hemos atacado a la
policía con votos?”. Imaginate a Gallardo hablando de los infiltrados en la
marcha Santiago Maldonado. O a Guillermo Barros Schelotto.
Mientras de este lado del Atlántico nos debatimos si
está bien o mal que los jugadores de fútbol desplieguen banderas pidiendo por
Santiago Maldonado o se definan políticamente, en la península ibérica hoy hubo
varios casos ejemplares. En el marco del referéndum por la separación de
Catalunya, Gerard Piqué (una suerte de Poroto Cubero catalán) se pronunció una
vez más a favor de la independencia de su país. Fue a votar a la mañana y luego
a jugar a la pelota. Con un twit de por medio: “Ya he votado. Juntos somos
imparables defendiendo la democracia.”. Como debe ser. No es una novedad que el
central del Barcelona se defina políticamente. Por si no había quedado claro
después del partido dijo que si tenía que dar un paso al costado de la
selección y no ir a Rusia 2018 no había problema. No es mucho si se lo compara
con un tipo que pierde un ojo por un balazo de goma reclamando su derecho a la
independencia, pero para la tibieza del ambiente futbolístico en cuestiones
políticas es un gol de media cancha.
Del otro lado de la grieta independentista, en los
alrededores del Santiago Bernabeu se repartieron cartulinas con la bandera
española y una consigna: “Guárdalo en tu bolsillo y en el minuto 12 nos
levantamos con la bandera, porque nosotros somos el jugador número 12 y TODOS
SOMOS ESPAÑA”. Evidentemente les pareció genial tirar ancianas por la escalera
o pegarle hasta el hartazgo a gente que ejercía un derecho. Bien por ellos.
Acá no estamos hablando a favor o en contra de la
independencia catalana. Acá hablamos del derecho a votar; a dar una opinión; a
elegir; a decir sí o no. Acá estamos hablando de un estado que reprime a los
que se quieren expresar en contra de los intereses de los que gobiernan. Acá
estamos hablando de un club que factura millones de euros, que está en la
estratósfera para nuestra realidad cotidiana; pero que va y se para del lado de
su pueblo. Acá estamos hablando del novio de una famosa cantante colombiana,
que se planta por su gente. Sin importarle como cae en España. Simplemente
bancando sus ideales. Porque no es tan grave salir a decir lo que uno piensa o
siente. Aunque para eso primero hay que sentir o pensar. Se esté del lado que se
esté.
Juan Stanisci
Comentarios
Publicar un comentario