Hace más de veinte años
que Boca dejó de ser Boca. Es difícil decir esto cuando esos veinte años fueron
los más importantes en títulos; dos copas intercontinentales, cuatro copas
libertadores, dos sudamericanas, más de una decena de campeonatos locales, recopas,
etc. Ningún hincha puede resistirse a una vuelta olímpica, eso está claro. El
tema es lo que se ha perdido en esas vueltas. Boca ya no tiene identidad,
dentro ni fuera de la cancha. El equipo del pueblo, la mitad más uno, hoy se
empeña en dejar afuera al barrio, a los sectores populares.
Pero este es un tema
harto comentado. Lo que probablemente no se sabe es que aquel que quiera
candidatearse a presidente de Boca debe tener en su haber, por lo menos, un
cinco por ciento del patrimonio neto del club. Es decir, millones de pesos. Si
Macri no pudo crear las SA en su paso por el fútbol, al menos acomodó su exclub
como para que solo su clase social pueda gobernarlo. ¿Democracia? ¿Para qué?
En respuesta a esto,
surge una agrupación llamada Boca es Pueblo. Boca es Pueblo dice venir a
recuperar los valores xeneizes olvidados en los años Macristas. A luchar por la
memoria bostera. Una amiga de este blog, oriunda de Neuquén, pero con más de
diez años vividos en la ciudad de Córdoba quiso acercarse a este colectivo con
la intensión de poder militar por las causas del barrio y llegado el caso, a
favor de los colores azul y oro. Porque Boca es Pueblo no es solo una
agrupación dentro del club (dentro hasta ahí, porque gracias a la burocracia
Macrista no han sido reconocidos aún), es una agrupación que se pone al hombro
las luchas barriales. Van a la marcha del 24 de marzo, a las de Ni una menos,
acompañan a visibilizar los casos de gatillo fácil, ayudan a los vecinos
desalojados. O al menos eso dicen. Porque cuando la amiga de este Blog quiso
acercarse a ellos fue rechazada. ¿Por qué fue rechazada? Por simpatizar por
otro club.
Nuestra amiga es hincha
de Belgrano. Algo normal tras diez años viviendo en Córdoba. Lo siguió durante
el ascenso y después en primera. Fue socia por un tiempo. Es preocupante que la
agrupación más “humana”, que viene a limpiar con el marketing turístico que
deja afuera de la cancha de Boca a tantos hinchas de verdad, no permita el
ingreso a una persona por el simple hecho de simpatizar por otro club. Si usted
quiere pertenecer a la mencionada agrupación, no puede simpatizar por otro club
ni ir a ver a otro equipo. En otras palabras, destrocemos el espíritu del
fútbol. Si amás el fútbol, no te acerqués.
¿Qué mejor forma de
disfrutar de un partido de fútbol que ir a la cancha? Y esto no tiene nada que
ver con el amor por unos colores, tiene que ver con el amor al juego. Con
entender que hay algo atrás de esos veintidós tipos corriendo y pasándose una
pelota. Tiene que ver con buscar la belleza en este deporte. Y si a uno le
prohíben desde su propia agrupación, desde una agrupación que intenta recuperar
la mística de un club, hacer algo tan natural como amar el fútbol entonces ¿Qué
podemos esperar de los que gobiernan a ese club y que sabemos son los garcas?
Nuestra amiga es
simpatizante de Boca. O al menos lo era antes de acercarse a Boca es Pueblo.
Hincha de Belgrano, simpatizante de Boca. ¿Qué hay de raro ahí? ¿O acaso a
nadie le tiran otros colores? Quisiera preguntarles a los muchachos y muchachas
de esta agrupación, si no tienen otro club. ¿O me van a decir que ninguno tuvo
un abuelo hincha de un club chico y que ahora lo sigue, porque es una forma de
ternerlo cerca al viejo? ¿O me van a decir que ninguno se encariño con alguna
campaña de, por decir alguno, Godoy Cruz y le quedó el vicio de mirar de reojo
la tabla para ver cómo anda? ¿O me van a decir que a ninguno le gustaría ir a
ver un clásico en rosario? O un en La Plata o en Córdoba, ya que estamos. ¿A mí
sólo se me ocurre ir a ver a Arsenal para ver cómo se siente otra popular? ¿Y
qué pasa si te mudás y buscás un club que te quede cerca, uno que te permita
poner tu corazón en juego cada domingo? Digo yo ¿Qué carajo hay de raro en
esto? ¿Qué es esto la monogamia del fútbol? ¿La iglesia católica del deporte? Parece
que el Macrismo no es el único que se cree capaz de controlar los sentimientos
de los hinchas. Porque lo más terrible aparece cuando los que se supone que
tiran para tu mismo lado, los que se dicen compañeros, actúan de la misma forma
que los que están arriba aplastandoté, vendiendo tus colores al mejor postor,
prefieriendo llenar una platea con japoneses antes que permitir la entrada al
que no es socio.
Por este camino vas mal
Boca es Pueblo. Porque si queremos salvar al fútbol, lo tenemos que salvar
entre todos. La boludez sectaria solo beneficia a los millonarios. Y además, de
última, ¿qué mejor que un posible nuevo hincha de tu club? ¿Qué mejor que una
piba hincha de otro, que viene y por amor al barrio se queda con estos colores?
Ustedes, muchachos, hicieron lo mismo que Angelici y compañía: alejar a la
gente. Decirle no, vos acá no entrás. Hace años que Boca está podrido. Y la
podredumbre infectó las bases.
Juan Stanisci
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